En el último número de la, afortunadamente longeva, revista de cine Dirigido por..., el correspondiente al mes de febrero, se publica en la sección de libros, una crítica escrita por Óscar Brox sobre Construcciones fílmadas: 50 películas esenciales sobre arquitectura. Transcribo esta crítica a continuación:
Sin duda, la relación entre cine y arquitectura, o entre cine y los espacios arquitectónicos, ha sido una de las más fértiles en la historia del séptimo arte. Basta echar un vistazo para encontrar no pocos ejemplos: los espacios arquitectónicos extraordinarios de Intolerancia, de D.W. Griffith, la imaginación visual de la Alemania de Weimar o, ya más adelante en el tiempo, las influencias de Gaudí en Casper o de la Ciudad de las Artes y las Ciencias en Tomorrowland. Los ejemplos podrían ser muchos más, pero afortunadamente Jorge Gorostiza acota el asunto, en este nuevo volumen de Filmografías esenciales publicado por la UOC, en varias coordenadas. Así, Gorostiza escribe sobre profesión y construcción, sobre aquellos cineastas que muestran edificios existentes en la actualidad o sobre los que los construyeron en la ficción sin calibrar su futuro impacto en la sociedad, arquitecturas que solo podían verse en el cine, pues carecerían de sentido en la realidad y para terminar, la relación que hila la imagen en movimiento con la arquitectura. Arquitecto de profesión, Gorostiza nos conduce por estos temas recuperando a autores a los que ya ha trabajado (por ejemplo a Peter Greenaway, a quien dedicó un monográfico en la colección de Cátedra), películas célebres como El manantial (con ese Howard Roark como epítome del pensamiento de Ayn Rand) y, sobre todo, perfilando la cuestión a torno a cine y arquitectura de manera que no sea un compartimento en el que quepa cualquier ejemplo, cualquier film, cualquier excusa en la que la presencia de un espacio arquitectónico juegue un papel dramático. Estructurado, como siempre en esta colección, a través de un breve ensayo preliminar/introductor y un análisis de los 50 largos, Construciones fílmadas supone una buena muestra de la fértil relación, de la unión creativa, entre el cine y la arquitectura.
Hasta aquí la crítica de Óscar Brox.
No hay comentarios:
Publicar un comentario