Instantánea de la entrevista con Jorge Grané del Castillo |
Hace unos meses escribí sobre mi visita a Costa Rica invitado por José Enrique Garnier y también he publicado una entrevista que me hicieron allí para el Semanario Universidad. Ahora se ha editado en la costarricense RevistArquis (Vol. 3 (2014): Número 06) otra entrevista, esta vez realizada por Jorge Grané del Castillo, arquitecto argentino y docente de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Costa Rica. La conversación se puede encontrar en la propia revista, pero además la he transcrito aquí, corrigiendo algunas inevitables erratas:
"Jorge Gorostiza, español, nacido en Santa Cruz de Tenerife
(tinerfeño) en la década del 50, fue el invitado de honor del Seminario sobre
Cine y Arquitectura que organizó el Arq. José Enrique Garnier en nuestra
Escuela de Arquitectura, en septiembre pasado.
REVISTARQUIS se hizo eco de este evento y, para ello, se me
encomendó hacerle una entrevista, una más, de las muchas que ha debido
enfrentar en sus encuentros sobre la arquitectura y el cine, el cine en la
arquitectura o la arquitectura en el cine.
Estoy escribiendo en primera persona, grave error del
periodista, si de una entrevista se trata, ya que se supone que el protagonista
es el entrevistado, mientras que el entrevistador debe limitarse,
discretamente, a deslizar preguntas.
El caso es que no tenía preguntas que hacerle, ya que
desconocía a Jorge Gorostiza y no tenía un cuestionario inteligente a mano, por
lo cual me enfrenté a él confiando en su colaboración como facilitador de
inquietudes.
Lo primero que hicimos fue medirnos, y encontré en él a una
persona afable y cálida, de sonrisa fácil y gran facilidad de palabra. Nunca
sabré lo qué encontró él en mí.
Lo único que yo sabía de su carrera era que había asociado
su afición al cine con su profesión de Arquitecto. La pregunta inicial fue
obvia y se refirió al momento en que vinculó al cine con la arquitectura.
- Lo primero fue el cine, contestó. Desde muy niño, mi padre
me contaba, para dormirme, la película Casablanca (Michael Curtiz, 1942).
Primero fue cinéfilo y después se interesó por la
Arquitectura. Se graduó, ya grande, y formó un estudio con dos compañeros
(error) con buen éxito, hasta que descubrió que en el reparto de funciones, a
otros les tocaba la tarea de diseñar, por lo cual se decidió a trabajar solo.
Para ayudarse en su intento de sobrevivir asumió una plaza
en el Ayuntamiento y más tarde, en 1999, cerró su estudio cuando le ofrecieron
ser Director de la Filmoteca Canaria. Para ese entonces ya tenía un trecho
recorrido en la ruta del cine y la arquitectura, desde que le encargaron, en
1990, organizar un ciclo donde se vinculaban estas disciplinas.
Confiesa que todavía sueña con su gran proyecto de Arquitectura
pero, por ahora, no se da la ocasión. Ocurre que en nuestra carrera nos enseñan
la vida de los arquitectos famosos, pero luego nos cuesta aprender que no es
fácil destacarse en la profesión.
No se considera pionero en su tema porque, anteriormente,
los historiadores del arte ya escribían sobre el cine, destacando estilos y
decorados. Jorge Gorostiza plantea que lo valioso, para el Arquitecto, es
percibir el espacio cinematográfico, o sea, interpretar lo que siente cuando se
enfrenta a una escenografía. El Arquitecto, nos dice, puede aprender de la
mirada del cineasta y este puede enseñarle a mirar al Arquitecto. El objetivo
es saber “mostrar” el espacio.
El creciente acercamiento de los arquitectos al mundo del
cine se explica por la accesibilidad de los nuevos instrumentos que permiten
crear imágenes en movimiento. Los estudiantes ya se animan a mostrar sus
proyectos por medio de videos. Lo que necesitan, ahora, es descubrir una
narrativa en sus propuestas, que lo que muestran responda a un argumento, como
lo han entendido Jean Nouvel o Bernard Tschumi, al justificar sus obras.
El Arq. José Enrique Garnier, quien nos acompañó en la
“entrevista”, acota que se debe reflejar la relación entre el discurso y el
proyecto arquitectónico.
Al igual que en el cine, la Arquitectura crea un sistema de
representaciones que no son reales, sino una mera representación de la
realidad. Cada sujeto la percibirá a su modo así como, recalca Jorge Gorostiza,
“cada cual pensará una cosa distinta sobre lo que yo he dicho en mis charlas”.
Lo mismo ocurre con los documentales, que ofrecen una
supuesta mirada objetiva sobre el tema que tratan, lo cual es absolutamente
falso. El director del documental decide lo que va a mostrar, y lo que no
mostrará. Crea la atmósfera que a él le parece y elije las tomas a su criterio.
El espectador queda con la idea que ha visto la realidad, sin percibir que la
cámara le ha vendido su punto de vista. En cierto modo, nos están falseando la
realidad.
Con respecto al Seminario sobre Arquitectura y Cine que se
llevó a cabo en nuestra Escuela de Arquitectura, cabe preguntar sobre la
pertinencia de acercar a los estudiantes a la disciplina cinematográfica. Jorge
Gorostiza cree que es importante abrir un nuevo tema de conocimiento en la
Escuela, como es el cine, sobre todo por la fuerte presencia del espacio en el
cine. Los que han estudiado Arquitectura, nos dice, son destacados alumnos en
los cursos de cine.
La entrevista acabó siendo una conversación de nuevos
amigos, que culminó con una pregunta concreta:
¿Cómo percibiste a los estudiantes costarricenses?
- Me han sorprendido por su curiosidad y capacidad de
intervención. Se atreven a hablar en público, cosa que en España no sucede. Los
he visto muy interesados y receptivos.
Esta opinión es un halago y justifica el hecho de que Jorge
Gorostiza, arquitecto y teórico de cine y arquitectura, haya venido a
descubrirnos la herramienta para crear una diferente manera de expresar
nuestros proyectos.
En la despedida nos comenta sobre la existencia de un
festival de teléfonos móviles. Esa es la semilla que nos deja. Así como tenemos
a entusiastas croquiseros urbanos, es hora de crear el grupo de los
telespaciales, que saldrán a la calle con su camarita a mostrar lo que ven,
para que otros, con su mirada, le den una nueva interpretación".
Mi tocayo Jorge Grané pregunta qué encontré en él y es difícil expresarlo, pero en términos boxeísticos, lo cierto es que me puso contra las cuerdas en varios momentos, haciéndome recapacitar e intentar contraatacar. Lo que sí puede tener por seguro es que si me hubiese disgustado su "entrevista", no la habría publicado aquí.
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