Dorit Margreiter

Dorit Margreiter. Case Study # 22,

2001. Cortesía colección privada, Christine König, Viena

A finales de la semana pasada estuve en Madrid y el viernes por la tarde fui al Reina Sofía, porque tenía un enorme interés en ver la primera exposición de Dorit Margreiter que se celebra en España. Debo reconocer que no conocía su trabajo y que me lo descubrió Metalocus, en seguida busqué su página web y descubrí un trabajo en el que me interesa mucho cómo relaciona la imagen en movimiento con los espacios arquitectónicos. La muestra vale la pena, aunque hay que disponer de tiempo para ver todas las obras que se proyectan, alguna incluso en una pequeña sala, incrustada dentro de una gran dependencia del edificio y cuyo acceso se realiza a través de lo que sería la cabina de proyección. También es interesante el montaje que realizó con la publicidad publicada en la sección de anuncios por palabras de periódicos estadounidenses, vendiendo edificios de reconocidos arquitectos. La comisaria de la exposición es Lynne Cooke, que además es la subdirectora del Reina Sofía, y estará abierta hasta el 25 de abril.

Creo que es la primera vez que en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía se realiza una exposición en la que se tratan las relaciones entre la Arquitectura y la imagen en movimiento y pienso que se ha inaugurado este tema con una aportación crítica innovadora. El texto de la presentación finaliza: «Esta retórica descriptiva, revisando el género del documental en el análisis de su enunciación, es la empleada por la artista para desarrollar una mirada a la arquitectura entendida como vivienda, espacio, interior, imagen y exposición. Para Dorit Margreiter, la representación y el discurso sobre la arquitectura moderna están entrelazados íntimamente».

Y hablando del Reina Sofía, aprovecho para recomendar también la magnífica exposición sobre José Val del Omar, comisariada por Eugeni Bonet y Javier Ortiz Echagüe, que ya había visto cuando estuve en Madrid en octubre y volví a visitarla con más tiempo, y que valdría la pena tan sólo gracias a la sobrecogedora reconstrucción del estudio del genial cineasta. Todavía hay tiempo para verla porque se clausurará el 28 de febrero próximo.