23 septiembre 2025

Gaudí - Teshigahara

Cartel de la película.
Hace poco he estado en Oviedo, porque el Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias y el coordinador del I Ciclo de Cine y Arquitectura, Daniel Trapiello, me habían invitado a un debate con los espectadores después de asistir a la proyección 
en los Cines Embajadores Foncaladadel largometraje Antonio Gaudí, dirigido por Hiroshi Teshigahara en 1984.
Como siempre, preparé mi intervención --no demasiado larga en esta ocasión-- para intentar dar un enfoque original a esta película y a su director, y como creo que puede ser interesante, publico aquí un extracto de esa intervención.
Conviene empezar por Gaudí que, sin duda es una estrella de la arquitectura --quizás a su pesar--, entre el público en general y los turistas en particular, pero además es una estrella de la imagen en movimiento, gracias a la aparición de sus edificaciones en las pantallas.
Una de las primeras en el cortometraje documental español de diez minutos de duración Gaudí, dirigido por Emilio Rivas, en 1943. Casi una década después, en 1952, el formidable fotógrafo Francesc Català-Roca con Anastasio Calzada filmaron Piedras vivas, que obtuvo la medalla de oro a la mejor película en blanco y negro en el Festival de Cine Amateur de Ancona, Es curioso que el tercer cortometraje sea Gaudí, Catalunya rodado en 16 mm. en 1959, con una duración de 19 minutos y dirigido por Hiroshi Teshigahara, cuando viajó a España acompañado por su padre.
Se puede seguir por orden cronológico con las películas sobre el arquitecto catalán, pero basta con saber que directores como el joven Ken Russell filmó uno para la BBC en 1961, y que en 1962, el arquitecto Mauro Richetti con otro, obtuvo el primer premio en el Festival de la Ciencia de Pavía. 
Respecto a Televisión Española, pronto comenzaron a producir películas sobre Gaudí, aumentando su número con la inauguración de los estudios en Cataluña, dirigidos por reconocidos cineastas. como Jesús Fernández SantosMiguel LluchAntoni VerdaguerAntonio J. Betancor.
En cuanto al NO-DO, el arquitecto no tuvo tanta suerte y solo se le menciona en cuatro: 
1951. El templo expiatorio de la Sagrada Familia en Barcelona. Visitantes extranjeros admiran la obra de Gaudí
1956. Exposición Gaudí. En el Salón del Tinell de Barcelona. Muestras de la obra del arquitecto
1956. Pintura excéntrica. Conferencia de Salvador Dalí en el Parque Güell de Barcelona. Un cuadro hecho con alquitrán
1964. Actualidad Nacional, el Jefe del Estado en la EXCO, inauguró la exposición de Gaudí.
Respecto a las obras de ficción, en mi libro La imagen supuesta: Arquitectos en el cine. (Barcelona: Fundación Caja de Arquitectos, 1997) se recogían en total 375 películas --hoy en día he encontrado 2367-- en que un personaje figura ser arquitecto. Entre ellas el arquitecto real que más veces ha aparecido en las pantallas ha sido Albert Speer, en diecisiete, inevitablemente unido ala ascensión y caída de su mejor cliente. 
En España ha sido por supuesto Gaudí, primero en el largometraje, Gaudí, dirigida por José María Argemí, en 1960 --falleció el año siguiente con solo cuarenta años de edad--, en el que se da más importancia a su conversión al catolicismo que a su trabajo; en el mediometraje Antonio Gaudí… una visión inacabada, dirigida por el estadounidense John Alaino en 1974 y con José Luis López Vázquez interpretando al arquitecto, se mencionan más sus edificios; por último la película para televisión Gaudí una visión interrumpida, dirigida por Manuel Huerga, en 1988, es un "mockmentary" --un falso documental-- grabado para el Canal 33 de la Televisió de Catalunya, con supuestas imágenes encontradas del arquitecto y su entorno, aunque aún no se hayan encontrado imágenes en movimiento de Gaudí.
Actualmente el arquitecto es tan famoso que hasta ha sido un personaje de animación en dos episodios de Las tres mellizas --deberían ser las cuatrillizas--, Las tres mellizas y el taller de Gaudí, episodio 70, y su continuación Las tres mellizas y los fantasmas de la Pedrera, episodio 71, ambos creados por Roser Capdevila en 2002.
Finalizando con la ficción, no se debe olvidar que las edificaciones creadas por el arquitecto catalán, seguramente por sus formas, han figurado tener en el cine las más extrañas funciones, desde el Parque Güell, como los castillo de Fu Manchú, hasta la Sagrada Familia como sede de una peligrosa organización nazi que pretende dominar a todo nuestro planeta. Si están interesado por cómo usaron tres conocidos cineastas la cubierta de la Casa Milá, recomiendo la tesis doctoral La construcción de la ficción: Espacio arquitectónico, espacio cinematográfico.
Teshigahara cuenta con abundante información en Internet, gran maestro de Ikebana, como su padre, cineasta --ha dirigido veintidós películas--, ceramista, pintor, director de teatro y ópera, diseñador de jardines y autor de instalaciones, que alternan lo natural con lo artificial.
Por último hay una serie de aspectos por los que merece la pena ver el largometraje Antonio Gaudí
Captura de la película, cables, menús y expositores
Primero evidentemente por la obra de Gaudí. También como documento de una Barcelona de mediados de los ochenta, sin turistas y sin japoneses, con la gente disfrutando en la calle e incluso comiendo y bebiendo en una terraza ya desaparecida situada en el Parque Güell y en la que se habían adosado a las paredes cables eléctricos, expositores con tarjetas postales, menús y otros objetos muy poco apropiados para su configuración. Un documento que además muestra una visión lejana de un artista desde el Japón.

Segundo por varios aspectos de su realización:
  • -- Eliminación de los denominados "bustos parlantes", intervenciones de especialistas y/o conocidos de Gaudi. Supresión también de la voz en over, sustituida por la impactante música de Junichi Segawa. Es curioso que esta premisa se abandone al entrevistar al arquitecto Isidre Puig Boada, que tenía entonces 93 años y murió tres años después, al que se ve brevemente y se le oye hablar en off sobre el ascetismo de Gaudí. No se debe olvidar que la supervisión es del también arquitecto Juan Bassegoda Nonell.
  • -- Inclusión de las edificaciones en su entorno, gracias a encuadrarlas en planos generales de la ciudad..
  • -- Atención tanto al conjunto de los edificios antes mencionado, como al detalle, por ejemplo, con primeros planos del trencadis.
  • -- Empleo del movimiento de la cámara y por tanto del espectador, con trávelin y panorámicas, aportando un aspecto más completo que el uso solo de planos inmóviles.
Por último, se debe citar que el año pasado el especialista en cine japonés Antonio Santos, publicó el libro Jardines de piedra. Hiroshi Teshigahara. Cine, roca y bambú, editado por Shagrila y disponible en librerías, como por ejemplo la madrileña Ocho y Medio.

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