En el ABC Cultural de hoy, se publica un artículo de Fredy Massad titulado «Construir a pie de letra: Libros de Arquitectura para estas Navidades» con el subtítulo: «La arquitectura también se lee, he aquí una selección de títulos que no debería faltar en su carta -ya- a los Reyes Magos», entre los seis elegidos se encuentra Construcciones filmadas: 50 películas esenciales sobre arquitectura, del que bajo la entradilla «El cine que se construye», escribe:
El arquitecto Jorge Gorostiza es uno de los mayores especialistas en las relaciones entre cine y arquitectura. En este libro analiza de manera eminentemente didáctica una atinada y amplia selección de películas y documentales para poner de manifiesto cómo se establecen esas relaciones. Decidido a abordar todos los aspectos que aúnan ambas artes, escoge como temas fundamentales la profesión arquitectónica, el edificio y la ciudad filmados, la arquitectura creada para la ficción, su influencia sobre la real o la representación cinematográfica de la disciplina. Gorostiza habla de cine y arquitectura, y pone al servicio de los arquitectos un repertorio fílmico indispensable.
Es un gran honor que mi libro haya sido elegido junto a Imaginando la casa mediterránea, Italia y España en los años 50 de Antonio Pizza y Fernando Higueras, desde el origen, dos catálogos de exposiciones del Museo ICO, editado el primero por Ediciones Asimétricas; La casa de Ozu de Marta Peris Eugenio; Pasando a limpio de Óscar Tusquets; y Ricardo Bofill: Visions of Architecture sobre la obra de ese arquitecto. Solo conozco el libro sobre Ozu, basado en la tesis doctoral de su autora y me parece estupendo, por lo que es aun más importante que Construcciones filmadas esté en este grupo de publicaciones.
Esta mañana cuando me enteré que se había publicado esta reseña en el ABC, fui a un quiosco a comprar un ejemplar para archivarlo, como hago siempre cuando se publica algo sobre mis libros, el anciano quiosquero estaba en penumbra y cuando le pregunté si tenía el ABC, me miró extrañado, le dije «el diario ABC» por si no me había entendido y él me respondió que hacía por lo menos cuatro años que ese periódico no llegaba a Tenerife. Efectivamente, he visto que desde el 31 de diciembre de 2014 no hay ejemplares en papel de ese diario, ni en Canarias, ni en Baleares. Todo desaparece.
Esta mañana cuando me enteré que se había publicado esta reseña en el ABC, fui a un quiosco a comprar un ejemplar para archivarlo, como hago siempre cuando se publica algo sobre mis libros, el anciano quiosquero estaba en penumbra y cuando le pregunté si tenía el ABC, me miró extrañado, le dije «el diario ABC» por si no me había entendido y él me respondió que hacía por lo menos cuatro años que ese periódico no llegaba a Tenerife. Efectivamente, he visto que desde el 31 de diciembre de 2014 no hay ejemplares en papel de ese diario, ni en Canarias, ni en Baleares. Todo desaparece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario