Como podrán observar, me entusiasma salir de mi concha, de mis islas, esos peñascos (como las llamaba mi abuelo) perdidos en medio del Atlántico. Ayer comentaba la experiencia valenciana. Hoy le toca a la alicantina. hace dos años en Villena le propuse al caballero británico y amigo, John D. Sanderson, hacer algo sobre dirección artística. Él a su vez se lo propuso al Centro de Estudios de la Ciudad de la Luz y ellos aceptaron.
En 2008 tiré de teléfono y conseguí reunir a grandes profesionales y mejores personas, los directores artísticos Félix Murcia, Josep Rosell, Antxón Gómez, Gumersindo Andrés, Montse Sanz, Derubín Jacome y Wolfgang Burman, además de tres estudiosos de este mundo: Jesús García de Dueñas (Estudios Bronston), Asier Mensuro (Emilio Ruiz del Río) e Ignacio Fernández Mañas (Rodajes en Almería). El resultado fue histórico, nunca antes se habían reunido tantos profesionales, ni se había hablado tanto sobre una profesión de la que hace unos años ni siquiera se hablaba. Inolvidable, pero obviado por los medios hegémonicos y centralistas, simplemente porque no se desarrolló en Madrid o Barcelona.
Este año John quería organizar algo relacionado con los efectos especiales y los alumnos le habían pedido que hubiera prácticas (ya se conoce el grado de fobia del alumnado actual hacia la teoría... pero de eso hablaremos otro día). Asier fue quien puso en contacto a John con algunos de los ponentes. El resultado, otra vez extraordinario, hablamos en un "marco incomparable", el estupendo plató del Centro de Estudios, Reyes Abades, Julián (Julianín) Martín, Colin Arthur, Asier y como colofón Pilar Revuelta que, por cierto, me contó cómo es la ceremonia de los Oscar, ganarlo, y rozarse con Nicole Kidman y tener al lado a Daniel Craig, que fueron quienes le dieron el la estatuilla.
Reyes contó lo que pudo de su profesión, evidentemente no iba a contar cómo era la flecha que encendió el pebetero de la Olimpiada de Barcelona, porque eso es un secreto mejor guardado que la fórmula de la Coca-Cola; Julián proyecto unas imágenes impresionantes e inéditas de su trabajo; Asier, a pesar de sus problemas con la informática, verbalizó el "matte painting" con habilidad; y Pilar estuvo estupenda explicando su increíble trabajo, junto con Eugenio Caballero, en El laberinto del fauno y el talento de Guillermo del Toro.
He dejado para el final a Colin Arthur porque estar cerca de quien creó, entre otras maravillas, los humanoides de 2001: una odisea del espacio, como comprenderán es un lujo, él y su maravillosa mujer, Sarah, lo dieron todo, trajeron animatronics, la cara de un humanoide de 2001 y un cocodrilo gigante, crearon sangre -hicieron alrededor de 6.000 litros para El resplandor-, explicaron los usos secretos del Cola-Cao, le pusieron una barba postiza a un alumno... En fin, terminaron y terminamos agotados y además fueron tan generosos como para, después de ese despliegue, alabar las modestas conferencias que se habían impartico por la mañana. Seres de otra época y casi de otra galaxia.
También estuvo muy bien conocer a las personas que estaban entre el público (por cierto, bastante numeroso), como el grupo de la escuela de Arte y Superior de Diseño de Alicante, con la profesora Rosana Poveda a la cabeza, una de cuyas alumnas, Ana Conejero, me ha enviado unas fotografías de una interesantísima "casa de muñecas" hecha al estilo de Tim Burton.
Algunos tuvimos la suerte de visitar parte de las instalaciones de los estudios, la piscina gigante ya está acabada, los laboratorios son increíbles y, gracias al gran anfitrión Emilio J. Alhambra encargado de la Film Commission, estuvimos, entre otros, en el espacio que ocupó Vin Diesel en su frustrado intento de rodar una película sobre Anibal (personaje que ya encarnó Victor Mature en 1959) gracias al millón de dólares que le dieron para prepararla y que finalmente no sirvió para nada.
En fin, fue magnífico conocer a tanta gente con tanto talento. Estas salidas le dan a uno una perspectiva diferente y siempre enriquecedora. Gracias a todos.
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