Hoy se presenta en el Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria el libro Neo Noir. Mutaciones y nuevos caminos del cine negro americano moderno 1960 - 2001, coeditado por el Festival y T & B Editores, coordinado por Jesús Palacios, quien escribe que recoge desde «el crepúsculo del detective privado en los años 60 a la combinación de ciencia ficción y cine negro de los 80 y 90, pasando por el genuino neo-noir de Chinatown, Fuego en el cuerpo o Red Rock West o las sagas étnicas de gángsteres de los 70, hasta llegar al cine de acción y los experimentos postmodernos más actuales» que demuestra en su opinión que «los géneros cinematográficos son energía pura. No mueren: se transforman».
Con este volumen se continúa y desgraciadamente parece que se cierra el camino abierto por el Festival con el libro y ciclo Gun Crazy. Serie Negra se escribe con B, al que siguieran Euronoir. Serie Negra con sabor europeo y Asia Noir. Serie Negra al estilo oriental, también coeditados por T & B y creo que aún en las librerías.
El libro contiene artículos del propio Palacios, así como de Roberto Cueto, Pepe Colubí, Carlos Losilla, Eduardo Guillot, Francisco Ponce, Rubén Lardín, Jara Fernández, Adolfo Reneo, Manolo D. Abad y José Havel, además de con una serie de apéndices en los que los propios protagonistas del Neo Noir estadounidense, Arthur Penn, Roger Corman y Roman Polanski, entre otros, escriben sobre el género.
También se incluye un artículo mío sobre el cine negro dirigido por Martin Scorsese, con el que disfruté volviendo a ver películas del maestro italoamericano. Como ya he hecho en otras ocasiones, incluyo a continuación el principio de mi artículo:
«Domingo 27 de febrero de 2007, sobre el escenario del Kodak Theatre están Francis Coppola, George Lucas y Steven Spielberg; este último abre un sobre, extrae una hoja de papel y lee: «Martin Scorsese». El director italoamericano sube corriendo al escenario, coge en sus manos una estatuilla dorada y bromeando le pide a su amigo que compruebe el sobre por si acaso se haya una equivocado. Por fin Scorsese recibía su primer Oscar al Mejor Director, después de haber sido nominado cinco veces desde 1981. La película por la que se lo concedieron, Infiltrados (The Departed, 2006), es una nueva versión de Mou gaan dou (Wai-keung Lau y Alan Mak, 2002), una producción de Hong Kong que, como la cinta de Scorsese, pertenece al género negro y que evidentemente no era la primera incursión del director en este género.
Pero para comenzar convenientemente, hay que hacerlo por el principio y retroceder cuarenta años, hasta 1967. Un muchacho entra en un convencional cuarto de baño, blanco y casi impoluto; se quita la camisa, saca de un armarito un bote de crema de afeitar y una maquinilla, y comienza a afeitarse, mientras de fondo se oye a Bunny Berigan cantando I Can't Get Started (No puedo empezar), de repente se corta y le sale un poco de sangre, pero continúa afeitándose, mientras sigue cortándose y su sangre mana cada vez con mayor abundancia, cayendo en el suelo sobre sus pies y goteándole sobre el pecho; cuando tiene la cara completamente ensangrentada, deja la hojilla sobre el lavabo y hay un fundido en rojo. Esto es The Big Shave, el tercer cortometraje de un joven de veinticinco años llamado Martin Marcantanio Luciano Scorsese, que a partir de entonces seguiría mostrando su pasión por la sangre y los sucesos violentos».
Como siempre, si quieren continuar leyendo el artículo, tendrán que comprar el libro, por ejemplo, en la librería madrileña 8 1/2.
«Domingo 27 de febrero de 2007, sobre el escenario del Kodak Theatre están Francis Coppola, George Lucas y Steven Spielberg; este último abre un sobre, extrae una hoja de papel y lee: «Martin Scorsese». El director italoamericano sube corriendo al escenario, coge en sus manos una estatuilla dorada y bromeando le pide a su amigo que compruebe el sobre por si acaso se haya una equivocado. Por fin Scorsese recibía su primer Oscar al Mejor Director, después de haber sido nominado cinco veces desde 1981. La película por la que se lo concedieron, Infiltrados (The Departed, 2006), es una nueva versión de Mou gaan dou (Wai-keung Lau y Alan Mak, 2002), una producción de Hong Kong que, como la cinta de Scorsese, pertenece al género negro y que evidentemente no era la primera incursión del director en este género.
Pero para comenzar convenientemente, hay que hacerlo por el principio y retroceder cuarenta años, hasta 1967. Un muchacho entra en un convencional cuarto de baño, blanco y casi impoluto; se quita la camisa, saca de un armarito un bote de crema de afeitar y una maquinilla, y comienza a afeitarse, mientras de fondo se oye a Bunny Berigan cantando I Can't Get Started (No puedo empezar), de repente se corta y le sale un poco de sangre, pero continúa afeitándose, mientras sigue cortándose y su sangre mana cada vez con mayor abundancia, cayendo en el suelo sobre sus pies y goteándole sobre el pecho; cuando tiene la cara completamente ensangrentada, deja la hojilla sobre el lavabo y hay un fundido en rojo. Esto es The Big Shave, el tercer cortometraje de un joven de veinticinco años llamado Martin Marcantanio Luciano Scorsese, que a partir de entonces seguiría mostrando su pasión por la sangre y los sucesos violentos».
Como siempre, si quieren continuar leyendo el artículo, tendrán que comprar el libro, por ejemplo, en la librería madrileña 8 1/2.
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