La fundación arquia acaba de publicar el número 37 de su colección arquia / documental, la película Peter Zumthor: La práctica de la arquitectura (The Practice of Architecture: Visiting Peter Zumthor), dirigida por Michael Blackwood en 2012, dos años después de que se le concediera a Zumthor el premio Pritzker.
Este no es un documental convencional sobre un arquitecto en el que la cámara va recorriendo sus obras mientras se van oyendo comentarios más o menos interesantes sobre ellas, Blackwood opta por filmar una entrevista que le hace Kenneth Frampton a Zumthor en su estudio y su casa en Haldestein (Suiza).
El número 24 de arquia / documental es otra película dirigida por Blackwood, esta vez una entrevista de Frampton con Alvaro Siza, en la que iban visitando las edificaciones del arquitecto portugués, sin embargo, Frampton y Zumthor permanecen en el interior de la casa y el estudio, salvo por un pequeño paseo por el jardín salvaje que une ambos edificios; lo que no impide que la obra de este arquitecto se entienda, gracias a sus fascinantes explicaciones, las maquetas y las fotografías de Hélène Binet que ha trabajado con Zumthor casi desde sus inicios.
La entrevista es muy interesante, porque ilustra bien el trabajo de este arquitecto e incluso es entretenida, durante la conversación se va recorriendo el interior de los edificios, se ve a los colaboradores de Zumthor trabajando en el estudio y descansando en el jardín mientras juegan al ping pong, a unas señoras pasando por detrás haciendo su vida normal y a unos niños, que son los nietos del arquitecto, todo parece espontáneo y el espectador se siente integrado en el diálogo, como si estuviera allí en el momento en que se encuentran dos amigos.
Frampton parece más desasosegado, consultando sus pequeñas fichas escritas a mano, pero Zumthor permanece impertérrito, con un aspecto físico de personaje de una película de Ingmar Bergman y lo que cuenta a veces es fascinante, aunque sea curioso que no mencione edificios como su extraordinario museo de arte de Bregenz, finalizado en 1997, quince años antes del rodaje del documental.
No se debe acabar sin mencionar los libros que acompañan a todas las ediciones de arquia / documental, esta vez escrito por el arquitecto Juan Trías de Bes y que complementa las imágenes en movimiento dirigidas por Blackwood.
Cuando comenté el anterior documental de Blackwood publicado por la fundación arquia, el dedicado a Siza antes citado, finalicé escribiendo: «Es difícil decir cuál es el mejor de los veinticuatro documentales editados por la fundación, pero creo que éste es, si no el mejor, sin duda uno de los más interesantes», ahora habría que añadir otro a los mejores entre los treinta siete que ya ha publicado la fundación, a la que siempre habrá que agradecerle la labor que está realizando por difundir el trabajo, no solo de los arquitectos, sino además de los cineastas.
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