En el último número de la revista Arquitectura Viva, el 261, correspondiente con los meses de enero y febrero de este año, se ha publicado un artículo, titulado «Memoria de Nueva York: 'Robot Dreams' by Pablo Berger», que escribí sobre esa ciudad durante los años ochenta, que es el fondo donde se desarrolla el argumento de esa extraordinaria película de animación, dirigida el año pasado por el cineasta donostiarra Pablo Berger y que recomiendo, porque me parece estupenda.
Como en otras entradas anteriores de este blog, en las que he escrito sobre artículos que he se han publicado en libros o revistas que se encuentran en venta, solo reproduciré los primeros párrafos:
Como en otras entradas anteriores de este blog, en las que he escrito sobre artículos que he se han publicado en libros o revistas que se encuentran en venta, solo reproduciré los primeros párrafos:
En 2007 Sara Varon publicó su novela gráfica Robot Dreams, en la que cuenta, solo con imágenes y sin textos, la relación entre un perro y su robot, durante un tiempo indefinido y en un país que parece EE. UU., aunque no se muestren entornos reconocibles.
A finales del año pasado se ha estrenado su adaptación cinematográfica, una película de animación con el mismo título, dirigida por Pablo Berger y también sin diálogos. Se inicia con una vista nocturna del puente de Brooklyn y las Torres Gemelas; después hay un plano de una calle por la noche con un rótulo: East Village; y lo siguiente que se ve es una fachada con solo dos ventanas iluminadas, las del apartamento donde vive Dog Varon, el perro protagonista de la película. No cabe duda que el argumento va a desarrollarse en barrios neoyorquinos y antes de 2001.
A finales del año pasado se ha estrenado su adaptación cinematográfica, una película de animación con el mismo título, dirigida por Pablo Berger y también sin diálogos. Se inicia con una vista nocturna del puente de Brooklyn y las Torres Gemelas; después hay un plano de una calle por la noche con un rótulo: East Village; y lo siguiente que se ve es una fachada con solo dos ventanas iluminadas, las del apartamento donde vive Dog Varon, el perro protagonista de la película. No cabe duda que el argumento va a desarrollarse en barrios neoyorquinos y antes de 2001.
Si les interesa recomiendo que compren la revista, en la que además se publica un magnífico artículo de Fernando Lara, titulado: «La arquitectura de los sueños: The World of Hayao Miyazaki», evidentemente sobre la relación entre ese director y los espacios arquitectónicos creados en sus películas que, como bien dice el autor: «aportan densidad y consistencia a los relatos».
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